Allpanchis, año XLVIII, núm. 87. Arequipa, enero-junio de 2021, pp. 337-340.

ISSN impreso 0252-8835 / ISSN en línea 2708-8960

DOI: https://doi.org/10.36901/allpanchis.v48i87.1284

notas

De las viruelas a la COVID-19: epidemias y caricaturas en la historia del Perú. Sobre el libro Hijos de la peste de Marcel Velázquez Castro

Isabelle Tauzin-Castellanos

Université Bordeaux Montaigne (Burdeos, Francia)

Institut Universitaire de France (París, Francia)

Isabelle.Tauzin@u-bordeaux-montaigne.fr

Código ORCID: 0000-0002-1243-934X

Hijos de la peste (Lima: Taurus, 2020, 246 pp.) es un libro de ensayos publicado por el crítico literario peruano Marcel Velázquez Castro en octubre de 2020 a partir de la vivencia de la COVID-19 y la historia de las epidemias en el Perú. De lectura amena —o sea, sin el aburrimiento que aparece muchas veces en libros saturados de notas—, Hijos de la peste se distingue, al contrario, por la flexibilidad del pensamiento, la habilidad argumentativa y el humanismo solidario con las víctimas de la pandemia, a la vez que ataca los males endémicos del Perú recrudecidos por la COVID: la prepotencia, la corrupción y el racismo hegemónicos en la vida pública. Hijos de la peste es un libro valiente, en el que Velázquez Castro demuestra singular perspicacia al recurrir a una herramienta que conoce a fondo desde 2008, cuando organizara congresos sobre historia de la prensa peruana: en este año 2020 recupera el discurso visual de las caricaturas de la prensa gráfica de inicios del siglo XX (Variedades, Monos y Monadas, Fray K. Bezón), así como la publicidad médico-higienista de hace un siglo.

Hijos de la peste consta de cuatro ensayos titulados con la mayor sencillez: «Historia», «Miedo», «Violencia» y «Humor». Desde la introducción, el autor plantea la pregunta que va a orientar la reflexión a lo largo del libro: ubicar lo que se volvió utópico, por el confinamiento de cien días, cuando el clic se ha convertido en unidad mínima del ser: ¿dónde está la intersubjetividad y el espacio público en los tiempos de pandemia? Contrario a la dictadura de las estadísticas, con que los políticos saturan las pantallas, Velázquez Castro apunta de entrada que la COVID-19 deja «más muertos que el conflicto armado interno, con una intensa degradación de la vida y la sociabilidad, con un deterioro económico sin precedentes».

Antes de 2020, hubo cuatro epidemias que marcaron la historia del Perú republicano: la fiebre amarilla de 1868-1869, la peste bubónica de 1903, la gripe española en 1918-1920 y el cólera en 1991. Previamente, incluso, estuvieron las viruelas y la sífilis, esos males traídos por los conquistadores desde Europa. Luego, la lepra fue representada en el siglo XVIII, en unos grabados del obispo Martínez Compañón, a los que alude y estudia Velázquez.

El autor recuerda que medidas profilácticas y cuarentenas salvadoras se ordenaron en los gobiernos de Orbegoso, Castilla y Balta. En adelante, con autoridades civiles, la arenga castrense contagió el discurso político: «la metáfora militar siempre ha reinado en la lucha contra las epidemias», apunta el académico sanmarquino, lo cual también se puede observar en otros países alejados de la secular tradición caudillista. De hecho, el libro de Velázquez traspasa las fronteras: su lectura de la pandemia evidencia la burocracia y el papeleo convertidos en flagelos universales que lastran el accionar eficaz del personal sanitario. A falta de curar, hace falta castigar con encono: «la panacea en la multa para modificar una conducta social (sin tratar de comprenderla ni combatirla con razones), resulta una conducta arquetípica del poder, incluso en tiempos de la COVID-19, algún ingenioso funcionario logró que el gobierno apruebe un nutrido cuadro de multas» (p. 65).

Los títulos «Las ratas de la modernidad», «La Carroza y las cenizas», «Apocalipsis y consumo», «El hospital y la estadística» y «Los ojos del Estado» resumen y sugieren la catástrofe en la que ha estado sumido el Perú, una catástrofe indefinida y que se ha ignorado fuera del Perú, por el chauvinismo que define a cada país en la situación de pandemia: un «sálvese quien pueda» que desconoce la solidaridad de los navegantes en momentos de un naufragio. Si bien el Perú convirtió a los mestizos Vallejo y Arguedas en héroes culturales, la discriminación no ha desaparecido a la hora de señalar chivos expiatorios: zambos y chinos, cholos e indios, desde mediados del siglo XIX son acusados de ser los irresponsables propagadores de los flagelos que aquejan el Perú. Y para defenderse del miasma, de los microbios y otros virus, misas y procesiones habían de facilitar la intercesión divina, llegándose en Arequipa a hacer volar a la Virgen de Chapi, en alianza sagrada de la Iglesia y la minería con un vuelo programado deliberadamente el Día de la Madre, en mayo de 2020.

Marcel Velázquez no solo analiza el humor en la representación de las enfermedades contagiosas, sino que también ironiza, sin zaherir, acerca de sus conciudadanos que llegaron a «la catalepsia de los circuitos del sistema capitalista» en una fiebre enloquecida de compras, y asimismo apunta cómo se llega a «viralizar los simulacros de compasión», es decir, a «viralizar la indignación moral de los decentes». Recuerda y provoca alguna añoranza al evocar los años noventa, tiempos de las canciones del grupo musical chileno Los Prisioneros, aquellos años terribles de los coches bomba, cuando la pobreza alcanzó al 57 % de la población, se llegó a más de 530,000 enfermos de cólera, y por temor al contagio los peruanos dejaron de comer pescado, el alimento tradicional de todas las poblaciones a orillas del Pacífico.

En resumidas cuentas, Hijos de la peste es un libro esclarecedor sobre el colapso sufrido por el Perú en 2020, en el que «la risa y la sonrisa crean un frágil reino de resistencia y esperanza» (p. 223). Aquí solo he apuntado algunos ejemplos, entre otros muchos a los que cabe sumar el análisis visual de caricaturas de la prensa satírica. Al fin y al cabo, en Hijos de la peste, de título estremecedor, Marcel Velázquez disecciona el cuerpo del Perú, aunando el tono sarcástico de González Prada y la hondura de Mariátegui, con extraordinaria eficacia.

Fecha de recepción: 14 de enero de 2021.

Fecha de aceptación: 15 de febrero de 2021.

Fecha de publicación: 30 de junio de 2021.

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