Presentación: Allpanchis en transición
Esperanza, optimismo y compromiso fueron parte de los valores depositados en la fundación de nuestra revista Allpanchis. Quizá la mejor evidencia de ello es el propio nombre que, en su versión española, entona el salmo: «nuestra tierra dará su fruto», profunda interpelación que, además de la clara agenda teológica y pastoral de su momento, se puede leer como la apuesta por el potencial académico de nuestra herencia. No tuvieron que pasar muchos años para que se puedan empezar a cosechar los logros intelectuales del órgano de investigación del que fuera el Instituto de Pastoral Andina (IPA), empresas ambas a cargo de una cohorte de obispos, sacerdotes, religiosas y agentes pastorales. Dentro de los proyectos de investigación del IPA, destinados a comprender los procesos y prácticas sociales de su época desde una mirada religiosa y científica, Allpanchis desempeñó un rol clave en cuanto ofrecía un espacio de reflexión destinado a los actores de las diócesis locales. Allpanchis debía reflejar la nueva mirada del IPA y, por ende, de la llamada «Iglesia surandina», al fenómeno religioso andino. Con Manuel Marzal a cargo del área de investigación del reciente fundado IPA y editor de Allpanchis se promovieron los estudios de antropología de la religión, mientras que los editores posteriores siguieron produciendo números ahora clásicos para las ciencias sociales peruanas.
Ha pasado ya más de medio siglo de existencia de Allpanchis, en cuyo recorrido ha cumplido diferentes etapas y sorteado distintos vaivenes. En un recuento rápido, la revista centró su preocupación en diferentes aspectos de la sociedad andina de imperdurable vigencia: familia, ritos ganaderos, cultos y religiosidad populares, cosmovisión rural, prácticas tradicionales prehispánicas e hispánicas, medios de comunicación, lingüística, estrategias pastorales, construcción de identidad, derecho indiano. El especial interés en ciertas regiones ha llevado a dedicar números temáticos a Arequipa y Puno. No obstante, ha dominado la visión integrada de estos fenómenos en un área mayor, por lo que no ha llevado a concentrarse en las fronteras peruanas, sino extenderse por países vecinos y latinoamericanos, poniendo en diálogo a los andes peruanos con otros espacios. Historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos, teólogos, lingüistas y otros cientistas sociales aceptaron la invitación para, desde sus disciplinas, contribuir a cumplir los objetivos de nuestra revista.
El reciente ciclo terminado estuvo a cargo del historiador Fernando Valle Rondón, quien asumió el rol de editor de la emblemática revista en un momento de fuerte transición en las cabezas de la «Iglesia surandina», que se reflejó en sus planes pastorales. Esta nueva coyuntura afectó la organización y labor del IPA y su relación con las prelaturas en donde trabajaba. Difícil tarea que supo asumir desde el 2007 (núm. 69) hasta fines del 2019 (núms. 83/84), cosechando la publicación de quince números, que abordan, de manera predominante, los estudios del periodo virreinal. Participación importante en este periodo fue la participación de la Universidad Católica San Pablo, quien ingresó como entidad coeditora de la revista en los números del 75 al 82. A partir del número 85 (2020-I), Allpanchis entra en una etapa de necesaria reflexión que guiará nuestro venidero caminar.
Como es conocido, desde hace unos años, la producción académica ha establecido patrones que afectan la relación de investigadores con las casas editoriales. Conceptos técnicos como indexación, Scopus, peer review, nivel de impacto, open access, ISSN electrónico y DOI se han vuelto las notas dominantes que resuenan en el mundo investigativo, produciendo una especie de canto de sirena al que muchos investigadores en formación se ven encantados y hacia donde concentran su mirada. Debido a estos estándares, las casas editoriales están obligadas a cumplir con esos requisitos, convirtiéndose en una desventaja para aquellas revistas que no cuentan con el equipo y recursos para conseguirlo. En este marco, se presenta una primera meta y alto reto para Allpanchis, que cuenta ahora con el soporte de la Universidad Católica San Pablo —que, debido al cierre del IPA a mediados del 2018, participa ahora como única entidad editora—, y apuesta por la continuidad de este proyecto editorial tan importante para la investigación y pastoral del mundo andino. Así, albergada en el portal de revistas académicas de la universidad, Allpanchis dispone de un espacio virtual con tecnología de OJS (Open Journal System), desde donde, al haber adquirido el ISSN en línea y el registro DOI, viene no solamente difundiendo los nuevos artículos publicados, sino que, luego de un largo proceso de digitalización y edición, irá subiendo los artículos de ediciones pasadas.1 De la misma manera, a partir del presente número, se corrige la numeración del año de publicación, que habiendo tenido bastantes variaciones y errores identificados en previos números, ahora se presenta actualizada y correcta. Otros logros, de gran mérito por el corto plazo, son, por un lado, la actualización de la información bibliográfica de la revista en las bases de datos a las que pertenece (Latindex, Dialnet) y, por el otro, la incorporación de Allpanchis al DOAJ (Directory of Open Access Journals).
Junto a objetivos editoriales, es difícil no tener presente la naturaleza de Allpanchis. Partiendo de la esperanza, optimismo y compromiso presentes en la fundación de la revista, su nuevo comité ejecutivo, compuesto por Alejandro Estenós Loayza (director), Francisco Rizo-Patrón (subdirector), Pamela Cabala Banda (secretaria ejecutiva) y Carlos Zegarra Moretti (editor), busca reimpulsar la revista. Emprende este camino de la mano de un equipo multidisciplinar —en el consejo de redacción y científico— que, con diversas filiaciones institucionales, múltiples miradas disciplinarias, experiencia editorial y un alto compromiso con los objetivos de Allpanchis, nos acompañan en la labor de continuar con el valor histórico y pastoral de nuestra revista y asumir los retos académicos actuales. En sintonía con ello, el nuevo comité ejecutivo ha coincidido en ampliar el espectro temático, de modo tal que tanto problemáticas prehispánicas y virreinales como republicanas y contemporáneas sean abordadas en próximos números temáticos. Esta apertura temática se puede apreciar ya desde el conjunto de artículos que estas líneas preceden.
Con el título «Catolicismo social, investigación antropología y ecología: tres miradas a la Iglesia peruana», reunimos en el actual número de Allpanchis tres acercamientos a políticas eclesiásticas provenientes de disímiles regiones. Así, en la primera contribución a cargo del historiador Rolando Iberico, conocemos la línea constante de los obispos arequipeños —por poco más de cinco décadas— para posicionarse en la apología del «catolicismo». Entre 1880 y 1835, la cátedra mistiana estuvo ocupada por tres obispos (José Ambrosio Huerta, Manuel Ballón y Marino Holguín) que, con rasgos similares, coincidieron en fomentar espacios de difusión del ultramontanismo, consolidar prácticas piadosas y crear un discurso público como contrapeso para, escribe el autor, frenar «las amenazas que enfrentaba la Iglesia universal en el borrascoso mar del siglo [XIX]».
Seguidamente, la colaboración de Noah Oehri presenta una relevante valoración del producto de la simbiosis entre los resultados de una investigación antropológica y los planes de evangelización que desempeñó una diócesis particular. La Prelatura de Ayaviri, a cuyos fondos histórico-documentales el autor ha llegado y ha sabido sacar provecho, fue el escenario e impulsor, entre las décadas de 1960 y 1970, de prometedoras investigaciones destinadas a conseguir una más acertada comprensión de la religiosidad popular del campesino quechua. Pero cuando misioneros antropólogos extranjeros (T. Garr, M. Marzal, J. Berthelot) realizaron este trabajo, ocasionaron duras interrogantes sobre la misma evangelización.
Siguiendo con la respuesta de la Iglesia a la coyuntura de su tiempo, Veronique Lecaros se centra en un proyecto de gran actualidad emprendido por el Vicariato de Jaén. Esta diócesis ha promovido una iniciativa de protección medioambiental, en la cual los factores cultural, socioeconómico y motivacional de los agricultores son un componente clave para entender los resultados de la interacción entre ambos sectores, que internamente se muestran complejos. Las prácticas de cultivo, que se insertan en «una cosmovisión encantada del mundo», chocan con los objetivos ecológicos que inspiran las intenciones de los religiosos. Para mitigar al máximo los daños al entorno, los religiosos, utilizando el prestigio que gozan entre la población, emprenden acciones encaminadas a «explicar e incentivar a la población a que asuma un cambio de prácticas». No obstante, ello se complejiza debido a la situación de pobreza y a la idea de prosperidad de los campesinos, a ello se suma que los propios religiosos poseen, en cierta medida, «la misma cosmovisión encantada que los pobladores».
Completamos este número con otro trío de estudios ubicados en la sección de «Artículos académicos», que siguen abriendo el espectro temporal de Allpanchis. La profesora Noack propone un enfoque metodológico comparativo que permita estudiar, en una larga duración, prácticas asociadas a un ritual en diferentes escenarios prehispánicos, tanto de las culturas mesoamericana, inca y moche como de la región Llanos de Mojos de Bolivia. La autora detecta claras diferencias estructurales y significados similares entre los casos estudiados, resaltando la pertinencia del enfoque llamado Altamerikanistik. Por su parte, Alejandro Herrera centra su análisis en la inagotable obra de intelectuales andinos. Pone bajo la lupa la obra de Guaman Poma, Garcilaso de la Vega y Pachacuti Yamqui Salcamaygua para acercarnos al rol de la memoria entre las poblaciones indígenas de la época virreinal, considerando tanto su legado prehispánico como su actualidad cristiana y española.
Asimismo, la historiadora María Lucía Valle reconstruye lo que denomina un antichilenismo popular vivido durante el Oncenio de Leguía. Nos presenta una sólida radiografía de este sentimiento que, por las condiciones locales, adquirió en Lima un especial cariz, y el uso político en las aspiraciones de Leguía en la agenda internacional. La última sección de la revista, «Notas», incluye un breve comentario del reciente libro de Bergel dedicado al APRA, en donde muestra, en palabras del reseñador Osmar Gonzales, «el aprismo fue un partido hecho de cartas, escritas por intelectuales —apasionados por la palabra impresa— en el exilio».
Con estas líneas, tan extensas como imprescindibles para esta etapa, esperamos transmitir la esperanza y optimismo desde las cuales oteamos el futuro. Con algunos retos actuales ya visibles en el horizonte, y otros más que vendrán, declaramos nuestro compromiso con mantener los objetivos que inspiraron la fundación de Allpanchis.
Pamela Cabala, secretaria ejecutiva de Allpanchis
Carlos Zegarra Moretti, editor de Allpanchis
1 URL: Sitio web: <http://revistas.ucsp.edu.pe/index.php/Allpanchis>.