Resumen
Las empresas familiares tienen sus origines, prácticamente, en concomitancia con los orígenes de la familia misma y las sociedades. Estas organizaciones han avanzado de forma estable y hoy en día se consolidan como la mayor fuente de ingresos y puestos de trabajo en los países más importantes del mundo globalizado. Lamentablemente, por su naturaleza, estas empresas también enfrentan una serie de retos que sus contrapartes no familiares, no experimentan; haciendo que estas empresas tengan tiempos de vida muchos menores. Por tal razón, es menester atender a los requerimientos particulares de este tipo de empresas para poder aumentar las probabilidades –si no es garantizar– la sucesión de dichos organismos a través de futuras generaciones, idealmente, bajo la dirección de personas ajenas a la familia para evitar que los conflictos consanguíneos se incrusten en las operaciones de la empresa. Finalmente se encuentra que, dentro de las herramientas de gestión que dispone el fundador, la más útil de todas es la del protocolo familiar.